Pinto una vida del color de una ilusión. Pero las ilusiones se evaden y se vuelven del color de la realidad. Una realidad que tan pronto es negra como blanca como gris. A veces pasan mariposas a tu alrededor revoloteando y embriagándote de su fragante aroma de otra ilusión. Pero son demasiado voladoras, y nunca se dejan tocar, y siguen revoloteando hasta que se pierden de tu vista, y te dejan con la desolación: vuelve la realidad.
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